Beatriz Zamora
El Corazón de la madre oscura
Del corazón de la madre oscura
al corazón de la Tierra
del corazón del amor
al corazón de mi vida
en la vida
Desde el momento en que vi el tzompantli, la primera necesidad fue encontrar de alguna manera el equivalente que me acercara a ese espacio sagrado. Después de muchos años de buscarlo, el corazón me reveló su contrario.
La historia del hombre es un homenaje a la guerra, un culto a la muerte, y la única certeza que posee en la vida es la muerte. Creo que ahí está la raíz del problema y de todas sus consecuencias negativas. La muerte es una creación del hombre, gastada por el miedo, como todo lo existente: la venganza, la duda, la avaricia: Propongo un cambio: la muerte por la vida. Desestigmatizar la vida, dejarla fluir sin condiciones ni limites, aprender a pensar con libertad, sin miedo. La premisa fundamental para la evolución en toda actitud de renovación es desmitificar y razonar en conciencia y comprender las edades de la revolución.
Estamos a un paso del año 2,000; la entrada en él debería tener una propuesta más humana-cósmica. La vida es eterna a pesar de nuestra obstinación por encontrar evidencias de muerte o de fin aun en el universo. La verdad es que no podemos comprender la vida al infinito por tener presente la muerte.
Solamente tenemos una solución, aunque siempre pensamos que tenemos dos o más: volver a nuestro yo verdadero, reconocer nuestro origen. Somos hijos del universo, del amor que es la vida; somos hijos de la sabiduría cósmica, somos todo en el mundo. Por eso propongo cambiar los valores: vida-amor igual a eternidad. Volver a darle a la vida corazón, con nuestro propio corazón, recuperar el valor de la vida, oír la voz del corazón, recuperar la esperanza. El universo es nuestra casa.
Sobre los craquelados
En lo profundo de nuestras células se encuentran esos craquelados que frecuentemente vemos en la tierra seca después de la lluvia.
Beatriz Zamora